domingo, 20 de mayo de 2012
Migraciones, historia y pobreza
Pensaba charlar sobre las teorías de las migraciones, sobre el Congo que próximamente visitamos, o Guinea y Teodorín... sin embargo gracias a un gran amigo he encontrado estos videos por la red que creo que deberían escuchar críticamente. Pincha en los links de aquí abajo. Espero sea de su agrado.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Es cierto, lo ha dicho Google...
Sabían ustedes que Etiopía es un gran país, de eso estoy seguro. Lo que no sé si conocen es que hay algunos países, como es el caso de Abisinia, donde la velocidad y el control de las tres uvedobles es mayor de lo que aparentemente es en nuestra España, por ejemplo. Que controlan internet, vamos. Por lo menos parece más evidente. Ah! sí, hombre sí, creo que en la China Democrática pasa algo parecido. El problema es que lo de aquel gigante asiático todos lo sabemos, lo de Etiopía no interesa tanto (a pesar de que sea un país que cuenta con una de las sedes permanentes de la Naciones Unidas. No sé si alcanzan a imaginar lo que puede suponer una sede de este estilo para un país Africano, más si cabe si se trata de la Comisión Económica para África, ay mamá...).
Pues bien, gracias al tuit me entero de lo que pasa en Uganda, o en Burundi, o leo lo que pasa en Mogadiscio... ¡¡que fuerte!! Esta nueva realidad me hace sentir libre, me hace sentir que esto de internet funciona. Sin embargo, al segundo siguiente, caigo en la cuenta de que hay muchos países que no pueden hacer esto. Y hace que, empapado por el agobio, me pregunte hasta que punto podemos ser realmente libres con esto de la web. Charlaba con un gran amigo, y por otro lado profesor universitario en comunicación (y no por ello deja de ser amigo), sobre la ilusión de que gracias a internet estamos informados. Es curioso, mi tuiter por ejemplo. Cada vez que lo enciendo está lleno de párrafos de 140 caracteres y sólo "soy follower" (expresión que sólo conocen los tuiteros) de unas 50 personas, más o menos. Cómo les funciona la maquinita cerebral a aquellos que tienen 140, 200, 0 600 individuos a los que seguir... (vaya por delante que sigue la norma de que cuanto más mejor, ya saben usted, como siempre)
Bromeaba, que quizás su cerebro sea superior para seguir y atender todo lo que va diciendo la red del pajaro tweet, tweet. Yo no puedo, he de reconocerlo, me queda grande. Simplemente es mucho esfuerzo. Que si blogs, que si tuits, que si mira las fotos que colgó mi colega el borrachín en el cara libro... ¡no! ¡borradlas!, que ahora buscas trabajo (porque estás en crisis) y los de RRHH te espían por esa línea. No vaya a ser que en tus ratos libres hagas cosas que no sean de interés para tu empresa, como tomar unas cervezas con amigos... ¡no vaya a ser que tengas vida social!.
Lo del Rey... parece que todos coincidimos en reconocer que los monarcas no tienen vida privada, y ustedes que leen esto si se abren una cuenta de algo en la red recuerden: Serán tuiteros 24 horas al día, facebukeros 24 horas del día. ¿volverán a tener vida privada?, ¿o para tenerla hay que estar fuera de la malla de la navegación virtual?. Quedarse sin el privilegio de poder presumir de las fotos que hizo usted visitando el cañón del colorado con esa rubia cañón...
No creen ustedes que tanta información sirve para que no haya información. Es un estilo etíope, pero más sutil, más enrevesado. Creo que cada día conozco más, llego a más partes del mundo.
Cuando yo estudiaba se decía... Eso es cierto, lo dice la tele. Mis amigos dicen, es cierto, lo ha dicho Google. Ale, les dejo, que tengo que revisar el facebook... a ver si tengo nuevos amigos.
Pues bien, gracias al tuit me entero de lo que pasa en Uganda, o en Burundi, o leo lo que pasa en Mogadiscio... ¡¡que fuerte!! Esta nueva realidad me hace sentir libre, me hace sentir que esto de internet funciona. Sin embargo, al segundo siguiente, caigo en la cuenta de que hay muchos países que no pueden hacer esto. Y hace que, empapado por el agobio, me pregunte hasta que punto podemos ser realmente libres con esto de la web. Charlaba con un gran amigo, y por otro lado profesor universitario en comunicación (y no por ello deja de ser amigo), sobre la ilusión de que gracias a internet estamos informados. Es curioso, mi tuiter por ejemplo. Cada vez que lo enciendo está lleno de párrafos de 140 caracteres y sólo "soy follower" (expresión que sólo conocen los tuiteros) de unas 50 personas, más o menos. Cómo les funciona la maquinita cerebral a aquellos que tienen 140, 200, 0 600 individuos a los que seguir... (vaya por delante que sigue la norma de que cuanto más mejor, ya saben usted, como siempre)
Bromeaba, que quizás su cerebro sea superior para seguir y atender todo lo que va diciendo la red del pajaro tweet, tweet. Yo no puedo, he de reconocerlo, me queda grande. Simplemente es mucho esfuerzo. Que si blogs, que si tuits, que si mira las fotos que colgó mi colega el borrachín en el cara libro... ¡no! ¡borradlas!, que ahora buscas trabajo (porque estás en crisis) y los de RRHH te espían por esa línea. No vaya a ser que en tus ratos libres hagas cosas que no sean de interés para tu empresa, como tomar unas cervezas con amigos... ¡no vaya a ser que tengas vida social!.
Lo del Rey... parece que todos coincidimos en reconocer que los monarcas no tienen vida privada, y ustedes que leen esto si se abren una cuenta de algo en la red recuerden: Serán tuiteros 24 horas al día, facebukeros 24 horas del día. ¿volverán a tener vida privada?, ¿o para tenerla hay que estar fuera de la malla de la navegación virtual?. Quedarse sin el privilegio de poder presumir de las fotos que hizo usted visitando el cañón del colorado con esa rubia cañón...
No creen ustedes que tanta información sirve para que no haya información. Es un estilo etíope, pero más sutil, más enrevesado. Creo que cada día conozco más, llego a más partes del mundo.
Cuando yo estudiaba se decía... Eso es cierto, lo dice la tele. Mis amigos dicen, es cierto, lo ha dicho Google. Ale, les dejo, que tengo que revisar el facebook... a ver si tengo nuevos amigos.
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