El otro día conocí a Teresa... una mujer de 30 y pico años. Parálisis cerebral. Espástica. Totalmente rígida.
Se sonreía cuando uno no sabía bien que pasaba. Miraba a todos lados. Inquieta, curiosa... adorable.
Su médico es diferente. Entró en la habitación.
Yo había pasado mañanas enteras intentando que estirara su brazo para ponerle un simple tensiometro en su brazo. Pero era incapaz. No podía conseguir que su brazo se estirara para que la medida fuera la correcta.
Entró el doctor. Raro, con bata rara. Colgaba un fonendo y una sonrisa.
Me descubrió su realidad. Enchufó su Iphone y conectó una sevillanas. Estiró los brazos. No hay más palabras. Música que relajó el cerebro, música que nos sintonizó, música que relajó la mente y nos puso en la misma frecuencia.
Receta médica que dictaba mientras se marcha. "Enfermera: la paciente de la habitación 1001 necesita sevillanas cada 8horas".
Espero que lo cumplan.
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