La digestión de un viaje a África para algunos seguro que no es más que un tránsito rápido... como de un laxante. A mi, sin embargo, me está costando un poco más. Aunque he de deciros que cuando la estancia entre africanos es corta... el choque siempre es más suave al aterrizar en barajas. En fin, siento no ser uno de esos con facilidad para escribir. O quizás simplemente con oficio... mis disculpas.
Desde que falto por aquí algunas cosas han pasado... y no sé si han mirado, pero en el Cuerno de África algunas cosas han sucedido en relación a sus presidentes. Nadie sabe todavía si pueden ser hechos trascendentales. De hecho, si revisamos los últimos años de historia, no parece que noticias como las ocurridas tengan que ser sinónimo de Good news.
Para aquellos que se lo preguntan... El presidente de Etiopía falleció. Después de gobernar con mano dura, llegando incluso a ser acusado de delitos contra los derechos humanos (no por EEUU, gran amigo y subvencionador) es llamativo que también fuera uno de los pocos presidentes africanos a quien no podemos acusar de llenarse los bolsillos propios. Los que lo conocen lo tildan de austero, Curioso. Casi todos los mandatarios africanos fueron al funeral de Estado a rendirle honores a este sempiterno presidente (más de 21 años... se imaginan eso aquí?... Ah!! no, que algunos no lo tienen que imaginar. Yo, afortunadamente, sí).
La vecina Somalia no está mejor. Hoy han elegido presidente del parlamento, y según han declarado fuentes oficiales, el anterior presidente Sharif Sheikh Ahmed ha hecho un trabajo espléndido para que hoy se pudiera elegir un presidente, y lo han calificado de acontecimiento histórico. Espero que tengan razón... Después del presidente lo que toca es tratar de que una gente que ha crecido en violencia, guerra y corrupción pueda aprender a vivir en paz, como lo hicieron antaño. Hasta que llegamos a tocar los... narices. Atún, tún, tún.
Por cierto, oficialmente la crisis alimentaria en el Cuerno de África terminó. Oficialmente. No sé si alguien fue aldea por aldea preguntando, la verdad.
Por otro lado, los grandes de los juegos paraolímpicos han trabajado y luchado como se esperaba de ellos. Son muy grandes. El otro día veía como juegan al fútbol los invidentes. Curioso... igual alguna tarde podíamos echar una pachanga con los ojos obstaculizados por algún negro antifaz... Es interesante ver como tienen que dejarse guiar por dos auxiliares y el portero para moverse por la cancha. Confianza plena. Con el balón no hay problema... tiene un soniquete especial que baila al ritmo del movimiento giratorio del esférico. Curioso. Balones de fútbol que suenan...
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